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viernes, 3 de mayo de 2019

Los Evangelios

¿Qué es un evangelio?



El término “evangelio” en las lenguas modernas en general es la transcripción literal del original griego euanghélion, adjetivo sustantivado, que significa “buena nueva” o “alegre mensaje“. Consta de eu, “bien-bueno“, y de ánghelos, “mensajero-anuncio“, o del verbo anghéllein, “anunciar“. Con el plural “evangelios” en el uso común se designan los cuatro libros del canon cristiano, atribuidos respectivamente a Mateo, Marcos, Lucas y Juan.








MARCOS
Autor: Marcos es, probablemente, el secretario de Pedro, y escribió su evangelio basándose en los relatos de los discípulos (principalmente de Pedro), ya que él no fue testigo presencial de los hechos que narra. Marcos narra en su evangelio que un joven cubierto con una sábana siguió a Jesús tras ser apresado. Muchos así lo ven.
Fecha, idioma y lugar: Marcos escribió su evangelio, hacia el año 50-60. El idioma utilizado fue el griego. Desde. Lugar de composición en Roma.
Destinatarios: Marcos escribió para cristianos provenientes del mundo pagano, por lo que no presta demasiado interés a las cuestiones de la Ley Mosaica, que no interesan a sus lectores y sí pone cuidado en explicar las costumbres judías, que sus lectores desconocen y por ello precisan de una explicación.
Fuentes: Marcos debió escribir su evangelio basándose en relatos de los Apóstoles y testigos presenciales de los hechos que describe. Además, según una tradición antigua, se apoyó en material de primera mano que circulaba desde la muerte de Jesús y que contenía las enseñanzas de Cristo y sus palabras: la tradición oral de los testigos y los famosos logia.

MATEO
Autor: Mateo es, probablemente, el publicano (recaudador de impuestos) al que Jesús llamó para formar parte de los doce apóstoles, por lo que es testigo directo de los hechos que narra. También es llamado en los Evangelios con el nombre de Leví. Probablemente fue un judío helenizado.
Fecha, idioma y lugar: Mateo escribió su evangelio en su forma primitiva hacia los años 60-70 y su redacción definitiva se hizo hacia el año 80, probablemente por un discípulo. El idioma empleado fue el arameo, la lengua utilizada por los judíos que vivían en Palestina. Se piensa que probablemente fue escrito en Siria, donde había mayor número de judíos cristianizados.
Destinatarios: Los judíos cristianizados, por lo que no explica las costumbres judías que sus lectores se sabían de memoria ni traduce los vocablos hebreos. Además hay varias referencias al Antiguo Testamento y a la Ley Mosaica.
Fuentes: Mateo tomó el 50% del material de su evangelio de Marcos y la parte restante de la Fuente Q y de los logia y las tradiciones orales. El relato de la infancia de Jesús no aparece en la Fuente Q ni en Marcos, por lo que Mateo tuvo aquí, y en otras partes de su evangelio, una fuente desconocida.


LUCAS
Autor: Lucas es, probablemente, el médico sirio que cita Pablo y que acompañó al Apóstol en su viaje a Roma. Lucas escribió su evangelio conjuntamente con los Hechos de los Apóstoles que primitivamente formaban una obra única. No es testigo presencial de lo que narra en su evangelio pero sí de lo que narra en los Hechos. En Roma Lucas se encontró con Pedro y fue testigo de la evangelización de los dos Apóstoles en la Urbe. Es el único de los cuatro evangelistas que no es judío.
Fecha, idioma y lugar: Lucas escribió su evangelio, alrededor del año 70-80. El idioma utilizado fue también el griego. Lo que está claro es que Lucas escribió fuera de Palestina, probablemente en Grecia.
Destinatarios: cristianos provenientes del paganismo (griegos y romanos).
Fuentes: Lucas utiliza el 70% del material de Marcos y dispone de fuentes propias, exclusivas, además de la Fuente Q, de las tradiciones orales y de los logia. Así, para componer su relato de la infancia de Jesús, probablemente la fuente fuera la misma virgen María, como parece intuirse leyendo el texto. Los estudiosos llaman a esta fuente original de Lucas "Fuente L" y probablemente sea la fuente más antigua de todas las involucradas en la composición de los Evangelios, aunque no sabemos si se trató de una fuente oral o escrita.


JUAN
El cuarto evangelio es el de Juan, este evangelio dispone de fuentes propias.
Autor: Probablemente fue Juan Zebedeo, el más joven discípulo al que Jesús llamado apodaba "el hijo del trueno".
Fecha, idioma y lugar: Juan escribió su Evangelio después del año 95. El idioma utilizado fue también el griego. El lugar parece claro: la isla de Patmos a la que el apóstol había sido desterrado por Domiciano.
Destinatarios: Los cristianos de origen heleno perseguidos por Roma.
Fuentes: Todo su evangelio es un compendio de su vivencia al lado de Cristo, por lo que sólo necesitó fuentes para el inicio de la obra.










La fuente Q

A diferencia de los evangelios, la fuente Q no es un documento que se conserve como tal ni al que hagan referencia los escritores antiguos. Pero hablaremos alguna vez de ella, porque es uno de los descubrimientos más interesantes de la exégesis moderna. No se trata más que de una hipótesis de trabajo, pero bastante bien fundada. ¿Fundada en qué? En el estudio comparado de los evangelios sinópticos. Se ha visto con exactitud que Mateo y Lucas coinciden sólo entre ellos más o menos en un 60%. La coincidencia se da tanto en la secuencia de la narración como en el vocabulario que emplean. En cambio, en el restante 40% ambos coinciden con Marcos. Pues bien, muchos estudiosos suponen que en la elaboración de los evangelios de San Mateo y de San Lucas se utilizó, de distinta manera, una fuente común, hipótesis que explicaría el alto grado de coincidencia que se observa entre ellos y sólo entre ellos. A esa fuente común se la ha llamado “la fuente Q” (Q es la primera letra de la palabra alemana “fuente “: Quelle) 

Los autores discuten acerca del carácter exacto de Q: si se trataba de un escrito o más bien de una tradición oral, así como sobre el lugar y la fecha de su composición. En todo caso, la existencia de esta fuente nos retrotrae a fechas todavía más cercanas a la vida de Jesús que las de los evangelios. Algunos autores piensan que Q, una colección de dichos de Jesús que no recoge los relatos de la pasión, se confeccionó en torno al año 50, es decir, veinte años después de la crucifixión del Señor. Habría sido un excelente prontuario para la predicación más primitiva que luego iba a ser aprovechado por San Lucas y San Mateo.










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